Ardo,
tus recuerdos,tus palabras,
son como la pura fiebre.
Ardías en mí,
lengua contra lengua,
piel contra piel,
de todas esas formas impuras.
Y me quedé ardiendo,
con tantas ganas de ti,
que creas,eres y extingues mi fuego.
Y tú también ardías por mí,
beso contra beso,
mano contra cuerpo,
así me incendiaste.
Créeme que antes así no ardí,
no ardí por nadie como por ti,
no de la misma manera.
Pero ardo,
en mi interior y fuera,
ardo queriendo más,
más de ti y de mí.
Arder mordiendo,
arder besando,
arder amando,
arder en ti.
Arder contra tu carne.
Lengua contra cuerpo,
diente contra labio.
Y así me hiciste arder.
domingo, 5 de diciembre de 2010
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