miércoles, 25 de noviembre de 2020

Invisible

 Recuerdo cuando me hacías sentir 

como si nadie más existiera,

como si el cielo fuese

 mi cama permanente,

como si la belleza se hubiese inventado

para mí;

y recuerdo

que cada palabra que salía de mi boca

parecía apasionarte, 

interesarte, 

darte más ganas, 

hacerte reír.

Recuerdo todas las noches que dormimos

y las que no dormimos

y las que nos despertamos,

pareciendo que nunca te hartabas de mí,

y recuerdo que empaqueté mi vida

y corrí a tu lado pensando

que el resto de mis días

serían así.

 

En algún momento

tu atención se fue mudando

de las cosas conmigo 

a las cosas sin mí,

había veces que estábamos hablando

y no recordabas

lo que acababa de decir.

Me vestí y me peiné tantas veces

que no te dabas cuenta

que me dejé de vestir,

y las horas que antes pasaba contigo

empecé a pasarlas 

con un negro porvenir. 

Un presagio se instaló en mi alma,

mi corazón, pesado, me hablaba de partir,

la ropa que estaba en los armarios

me hablaba de otra época

en la que fui feliz;

encontré el calor sola en la ducha,

el frío ambos en cama,

el amor tan baladí

como arena

que entre dedos desgrana

y me hace preguntarme 

qué ha pasado aquí.

 

De pronto ya no me veía guapa,

ni me veía lista,

ni me veía feliz.

De pronto ya no era interesante,

ni buena acompañante,

me convertí en tu actriz.

 

De pronto, el cielo era noche,

de pronto, yo no valía nada,

de pronto, estaba inacabada,

y muerta en vida a mí me vi.

 Y ahora, siendo tan invisible,

como resulto para ti

ya solo me queda el recuerdo

de lo que otrora un día fui.

 

sábado, 7 de noviembre de 2020

Hay días en que me levanto y todo está bien. Camino, un paso tras otro, una canción alegre sonando, un pájaro canta, un crío chilla de júbilo en el parque...y de pronto el lodo. Una píldora salada se me deshace en la lengua, una bola de miedo me pesa en el estómago, un fango alquitranado se me instala en los ojos y me hace verlo todo, todo negro. 

Hoy es uno de esos días donde parece que solo las nubes tienen algo que decir. Las avispas me rondan las orejas, me zumban en los oídos, me traen vientos de un presagio antiguo y futuro. La vida me pesa tanto a veces...noto la mentira en el aire...noto la duda en las suelas de mis zapatos...la letanía de siempre metida en los bolsillos. 

Soy un agujero en el alma y otro agujero en el corazón, por los que siempre se cuela el caos.


Desconfianza

 Igual que cuando fuera llueve Y decide una, por no enfermar, Por prevención, porque se conoce el cuerpo, Ponerse un abrigo, la bufanda, los...