jueves, 26 de diciembre de 2019

Las raíces de un girasol

Te había soñado mil noches,
Te había dedicado mil lunas,
Mil sueños robados a Morfeo,
Mil esperanzas durmiendo en su cuna,
Y así, cuando conocí tu pelo,
Reconocí en su oro mi fortuna
Y en el lazo que nos ata 
Dejé desatar mi locura. 

Cuando el verde de los prados
De tus ojos se hizo beso
Se erigió en mí una iglesia 
A la fe que te profeso,
Fui embebiéndome de ti,
Empapada hasta los huesos,
Comulgando con tu carne 
Aquel domingo travieso,
Y cuando mi piel con tu piel
Se hicieron en tarde de verano amigas
Abrazándose sabiendo que 
Sin conocerse eran viejas conocidas
Calmó en mi boca por siempre la sed
Una sola gota de tu saliva
Y hambre no habrá, la lluvia se fue,
El frío no existe cuando tú me abrigas. 

Una mañana, tras tú nacer,
Te oí llorar, siendo yo solo una niña,
Y aprendí a caminar 
Por buscarte en cada esquina,
Los pasos que a mis pies sumé
Andaban una senda escrita
En las raíces de un girasol
Creciendo en Andalucía. 

Y es que te había dedicado mil noches,
Te había dedicado mil dudas,
¿Habría esperanzas, me pregunté, durmiendo en mi pequeña cuna?
Pero cuando conocí tu pelo
Reconocí en su oro mi fortuna
Y en el lazo que nos ata
Siempre desataré mi locura. 

viernes, 13 de diciembre de 2019

Polisíndeton vital

Está el mundo lleno,
lleno, lleno,
de canciones que no son para mí,
de amores engalanados,
de sonrisas que son
piezas de orfebrería.
Es como que la calle huele a pan,
pan caliente,
y las aceras están llenas,
llenas, llenas,
y yo estoy vacía y
hace tanto que no como...
Desde otra esquina
me observa un niño
pequeño, grande
la curiosidad que lo corroe,
y su mirada es ácido
cuando le veo mirar la
pantomima que es mi vida.

Está el mundo lleno,
lleno, lleno,
de caricias, de regalos, de alegrías,
de pájaros que cantan,
de bebés que ríen por primera vez,
y dentro de mí el mundo es negro
negro, negro,
viscosos los sueños,
alquitrán la saliva.
Todo lo que oigo sonar es robado,
lo que huelo es robado,
lo que pruebo es robado,
a veces me pregunto
si la vida es mía,
me queda como un traje viejo
raído, demasiado holgado,
con olor a orina.

Y a veces lloro,
lloro, lloro,
y me pregunto por qué
mientras miro una estrella
porque el firmamento es lo único
que me permite
sentir que los demás
son tan insignificantes
como lo soy yo. 

Desconfianza

 Igual que cuando fuera llueve Y decide una, por no enfermar, Por prevención, porque se conoce el cuerpo, Ponerse un abrigo, la bufanda, los...