Hoy he escuchado una canción de amor
Era una canción que ya no hablaba de ti
No sonaba a promesa vacía
Y copa llena,
A manos heridas,
A lunas menguantes.
Sonaba al juramento de un nuevo día,
De una nueva vida,
De un ángel que ya no está preso,
Sonaba a latido cardiaco
Y entonces pensé
¡El corazón no está muerto!
Recorrió mis venas como un eco lento,
Apresó mi sangre hasta hacerse ella,
Se fundió en mi piel cada nota
Y cada mota
Sonaba bella.
¡Ay! No estoy muerta.
Leeré libros de amor
Y serán libros que ya no hablen de ti,
Y nunca volverás a ser la estrella
Ni tu sonrisa la dueña
De mi frenesí.
Latí, latí,
Escuché una canción de amor
Que no hablaba de ti.
Y sonaba a esperanza y colibrí
A Año Nuevo
Y a jilguero,
Dulce agüero,
Hechicero, ahora que estoy libre de ti.
Ya no tengo vacía la cama,
El corazón estallado,
Ya no tengo la condena ni la horca
De tu mano,
Implosiono y me emociono,
Dando saltos de alegría,
Suenan las canciones
A juramento de nuevos días.
Suenan las canciones a romperse las cadenas,
Suena a que se quiebran los huesos de tu mano,
Nunca he sido más libre,
Nunca menos prisionera,
Lo soy hoy, pues ya no te amo.