Cuando rompen las olas me imagino
Que es una inútil intentona
De abrazarse y agarrarse a la costa
Fragmentarse y escurrirse entre las rocas,
Escindirse y esconderse entre las grietas,
Escurrirse y alejarse sin demora,
Está el mar lleno de heridas que con sal
Nunca curan, siempre duelen, siempre lloran.
Y la playa como cuna en calma espera,
Como cama con sábana de arena,
Su paciencia extendida se desgrana,
El viento la mueve, la vuela.
"Ven, hija, que te entiendo, cuánta sal",
Parece que le dice, a su manera,
Como si la quisiera arrullar
Como una madre arrulla a su nena.
Y el mar, que es un mar de lágrimas,
Un mar de furia, de eco de pena,
No tiene paciencia para más esperar,
A los brazos que aguardan se va a la carrera
Y la ola que rompe, rompe el mar,
Rompe la angustia, rompe llorera,
Rompe pecho de carne que quiso creerse de piedra,
El abrazo en la noche que cae
Guarece océano y tierra,
Que se funden en los poros privados
De una sábana de arena.