jueves, 27 de julio de 2017

Cuando el alma se desgarra y se envenena
y los pájaros no cantan más canciones
y las flores abandonan los jarrones
que se quedan solos llorando de pena,
cuando las alas se cortan la melena
y de azúcar solo quedan los terrones
y las noches viven muertas de terrores
y no queda más comida en la alacena.
Cuando se hiela la sangre en las venas
y la cara lleva grandes ríos salobres
y el puñal más fuerte es un simple nombre
que por escogerlo se ha hecho condena.
Cuando el cielo acuna a la luna llena
y te haces mujer loba por un hombre
y te haces aún más negra que las noches
y te ríes como se ríen las hienas.

Es entonces cuando habiendo sido plena
y habiéndote quedado en simples golpes
muerdes toda mano que te toque
aún si la caricia merece la pena.
Yo
Lo he dado todo
Las risas
Las caricias
Los poemas
La entrega
La libertad
La dulzura
La pureza
El espíritu
El corazón

Y a mí
Me han dado todo
Las pesadillas
La paranoia
El dolor
El grito
La herida
La sal
La tierra yerma
El alma mustia
La flor rendida
El pozo negro

miércoles, 19 de julio de 2017

Ven y

préstame un reloj, que esté roto, que no funcione. Tú que eres más alto, cuélgalo en la pared y veamos cómo no pasa el tiempo, cómo las horas no se nos desgranan, cómo los días de patas cortas se hacen eternos. Préstame un reloj que se haya parado como se para el corazón al verte y que nos regale un tiempo inconmensurable donde tenernos y mirarnos sin prisas, como si fuera para siempre. Préstame un reloj que nos presida y se haga ley, que nos vea hacernos carne y luego agua, que nos vea mordernos con hambre y lamernos con gula. Un reloj que sea el Dios de todas las cosas que tenemos y la única medida a conocer, henchido con un minutero corrupto y un segundero tan abandonado como yo a tu piel.
Un reloj jubilado, cansado, muerto, que haya dejado de ser para dejarnos ser a nosotros, durante un momento, durante horas, durante días, lo más sempiternos que podamos.

Desconfianza

 Igual que cuando fuera llueve Y decide una, por no enfermar, Por prevención, porque se conoce el cuerpo, Ponerse un abrigo, la bufanda, los...