viernes, 25 de diciembre de 2020

Miss Purrington 2020

 Antes solía hacer un resumen de todo el año. 2020 no lo merece, hay muchas cosas que no merece la pena recordar. Y sin embargo, a pesar de ello...quizá sea uno de los años que más me ha enseñado. A mezclar los sueños con la realidad, a irme a las nubes con los pies en la tierra, a dejar de soñar otras vidas y apreciar por fin la que tengo la suerte de tener.

La suerte me abandonó el 24 de septiembre. Las 7 vidas de mi pequeña se apagaron ese día. Mi lucerito, mi brasa siempre caliente y luminosa, me veía morirme frente a sí y me regaló la séptima y última. Y cuando se fue, me sentí irme con ella, lo deseé mientras la abrazaba, como si pudiera recomponernos en una sola. 

Los siguientes días fueron tristes. Cuando me levantaba por la noche seguía esquivándola inconscientemente, y de pronto me golpeaba esa losa terrible de realidad de que ya nunca, nunca, volvería a enredarse entre mis pies. Bueno.

Y hubo muchos momentos que la vi, en su sillón, parada en su esquina o montando guardia mientras yo hacía cualquier cosa. Y en esos momentos, el corazón se me colmaba de paz, de certeza de que nunca se iría de todo. 

Al final entendí que todos mis problemas eran nimios, que todo en la vida tiene solución menos morir. Quitarme de encima esa carga me alivió el alma...volví a vivir, con la vida de mi gata. A dormir, a querer, a comer, a correr, a escuchar canciones en bucle, a emocionarme con los libros...y empecé a hacer otras cosas por primera vez, como coger mis preocupaciones y hacerlas tan pequeñitas que me daban menos miedo, como recorrer el barrio con ojos nuevos, como morderle el culo a las limitaciones.

No, un resumen de todo el año no merece la pena. Pero hace 5 años yo salvé una vida y este 2020 el favor me fue devuelto. Y eso...eso sí que merece que siempre lo recuerde. 

Así que, ¡hola, 2021! Estamos a punto de vernos. Es el primer año que me toca ser feliz a rabiar, por las dos, hasta que me llegue el día de volver a dormir abrazadas. 

Hasta siempre, Miss Purrington. Gracias.

martes, 15 de diciembre de 2020

Sylvia Plath

 Morir

Es un arte, como todo lo demás,

Yo lo hago excepcionalmente bien.

Lo hago de tal manera que parece infernal


Lo hago de tal manera que parece real

Desconfianza

 Igual que cuando fuera llueve Y decide una, por no enfermar, Por prevención, porque se conoce el cuerpo, Ponerse un abrigo, la bufanda, los...