jueves, 27 de julio de 2017

Cuando el alma se desgarra y se envenena
y los pájaros no cantan más canciones
y las flores abandonan los jarrones
que se quedan solos llorando de pena,
cuando las alas se cortan la melena
y de azúcar solo quedan los terrones
y las noches viven muertas de terrores
y no queda más comida en la alacena.
Cuando se hiela la sangre en las venas
y la cara lleva grandes ríos salobres
y el puñal más fuerte es un simple nombre
que por escogerlo se ha hecho condena.
Cuando el cielo acuna a la luna llena
y te haces mujer loba por un hombre
y te haces aún más negra que las noches
y te ríes como se ríen las hienas.

Es entonces cuando habiendo sido plena
y habiéndote quedado en simples golpes
muerdes toda mano que te toque
aún si la caricia merece la pena.

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