sábado, 7 de noviembre de 2020

Hay días en que me levanto y todo está bien. Camino, un paso tras otro, una canción alegre sonando, un pájaro canta, un crío chilla de júbilo en el parque...y de pronto el lodo. Una píldora salada se me deshace en la lengua, una bola de miedo me pesa en el estómago, un fango alquitranado se me instala en los ojos y me hace verlo todo, todo negro. 

Hoy es uno de esos días donde parece que solo las nubes tienen algo que decir. Las avispas me rondan las orejas, me zumban en los oídos, me traen vientos de un presagio antiguo y futuro. La vida me pesa tanto a veces...noto la mentira en el aire...noto la duda en las suelas de mis zapatos...la letanía de siempre metida en los bolsillos. 

Soy un agujero en el alma y otro agujero en el corazón, por los que siempre se cuela el caos.


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