Yo soy una ciudad erigida en diamante
y enemigos más grandes
han intentado tumbarme,
mas mi brillo les ciega
y mi alma no se doblega
pues como fiera labriega
siempre defiendo mi parte.
Corazón de guerrera,
el dolor solo es arte,
has querido mancharte
las manos de tierna tierra
al arrancarme las hiedras
del hogar que no cierra
y que siempre celebra
si has querido quedarte.
Y en los surcos de tus palmas
se clavará la culpa
y el olor de la pulpa
del corazón que quebraste
hará amargos tus martes,
hará aciagos tus viernes
y te hará estragos en ciernes
cuando intentes alzarte.
Mas yo soy ciudad de diamante
y enemigos más grandes
han intentado tumbarme,
y soy fiera labriega,
naturaleza asperiega,
alma que no doblega,
dolor convertido en arte.
martes, 11 de abril de 2017
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