mis angustias ahogas,
tan solas
en tu fondo húmedo se pierden,
y se enlazan
con las algas,
sal tuya que me ensalza,
sal tuya que me protege
y mis nervios aguanta
en recovecos de una lágrima,
que tímida se desliza,
que tímida se resbala
por mi mejilla
y cae
en tu lengua larga.
Mar que todo lo alcanza.
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