lunes, 20 de junio de 2022

Caperuza corrupta

 La historia del día que

Caperucita dejó de sentir,

dejó de vivir, dejó de oler

las flores del bosque 

en sus eternos paseos,

y la historia del día en que

el malo del cuento comenzó a ser la nada,

la rutina,

el minuto eterno e invencible,

el sabor de siempre (insípido),

el Sol brillando igual cada día.

La historia del día que cambió la caperuza

por una capucha de cuero negro y unas botas,

y se lanzó al bosque, en busca del lobo,

en busca de las fauces y el miedo,

en busca del peligro y la muerte,

en busca de sentir algo, 

en definitiva. 

Y se entregó a la noche que la engullía,

a los ojos amarillos que la vigilaban,

a una guadaña esperando en la esquina,

fue a abrazarla, como a una vieja amiga,

buscando dientes, 

buscando garras,

sabiendo que, aunque quisiera volver,

ya nunca encontraría el camino a casa.

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