viernes, 10 de febrero de 2017

2011.

Tú piensas como yo.
Tampoco andas distinto
ni te ríes diferente.
Utilizas las mismas palabras
y muerdes los mismos panes
e hilachas los mismos versos.
Tú eres tú en mí,
y yo soy yo en ti,
siendo yo en mí
y viceversa.

Sin embargo,
no andas por los mismos caminos,
y aunque nos cubra el mismo cielo
tus nubes son distintas a las mías.
En algún lugar, quizá en Roma,
ya que todos los caminos llevan allí,
nos encontramos en una bifurcación
y aunque no te conozca, te conoceré
y sabré cómo vas a sonreírme
y te sonreiré de la misma forma.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.

El paisaje robado

 Cuando te robé un beso solo pensé  Que ese beso era tuyo  Y por ello lo robaba, Que era una expedición traviesa  A la cueva de una boca que...