No hay nadie a quien pueda contarle esto. Hace años escribía diarios pero terminé tirándolos todos, en un arranque de locura, porque no me gustaba la persona que veía en ellos. Como si deshaciéndome de unas cuantas páginas pudiera deshacerme de mi historia, o de mí.
De todos modos nadie lee esto. Todo esto es una parte de mí que a nadie le interesa. Esto no son mis ojos ni mi boca ni mis pechos. Esto no se merece ninguna atención.
Estoy terriblemente sola. Vivo esperando el fin de semana. Cuando llega el sábado se levanta el telón y comienza la farsa. Hice teatro muchos años y la que salía al escenario nunca era yo. En el teatro simplemente la gente no quiere verte a ti, les interesa tu personaje. En mi día a día, todo esto es igual.
Tengo mil sonrisas para regalar y frente a lo que todos puedan pensar detesto el contacto físico. Pero lo necesito. Me he pasado tanto tiempo sola que a veces necesito desesperadamente sentirme parte de algo.
Vistámonos entonces con la ropa adecuada para esta farsa y maquillemos los labios un poco menos que las emociones. Cuando bebo, en la copa se va quedando la pintura.
Acostémonos entonces con alguien por sentir algo aunque el alma esté muy lejos. Necesito estar viva aunque sea entre unas sábanas. Demasiada anestesia es peligrosa.
Viviendo entre vasos y besos, que terminan ambos igual de vacíos, representando la misma función una y otra vez con distinto público. Soy más sencilla que esto.
Me gustaría tener alguien que quisiera verme de verdad.
Alguien que pueda hablar conmigo y entenderme.
Alguien que comprenda que es más íntimo abrir la mente que abrir las piernas, que se quede conmigo al frío estudiando el calor de mi alma, que sepa diferenciar mis risas.
Alguien que tras la función entienda que tras el personaje hay una persona y se acerque lleno de buenas intenciones a presentarse a la actriz.
viernes, 23 de diciembre de 2016
jueves, 22 de diciembre de 2016
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
El paisaje robado
Cuando te robé un beso solo pensé Que ese beso era tuyo Y por ello lo robaba, Que era una expedición traviesa A la cueva de una boca que...
-
Perdóname, me digo, te prometí que no volvería a dejarte sola, nunca, y aquí te tengo hecha estragos, las velas apagadas, los barcos za...
-
Miro a mi alrededor, estoy perdida. O quizá no, ¿acaso perderse no es estar en un lugar que no conoces? Entonces no lo estoy, porque he esta...
-
He cambiado el peso de los años por el peso de tu cuerpo y el paso de los ríos cayendo de mis ojos muertos por los lagos tan salobres q...