Intentar rescatarnos es inútil;
es como indagar en un río
en busca de Atlantis.
Quizá nosotros también fuimos un mito,
o tal vez existimos,
pero nos hundimos;
no queda nada de antes.
No queda nada a flote en esta isla,
ni un roce en las mejillas
que nos reconozca;
y a veces exploramos
para encontrar gusanos
del cadáver.
Nuestro amor es tan inútil
como peinar un río
en busca de Atlantis,
porque nos encharcamos
y llenamos las bocas de barro.
Fue hermoso y será
una leyenda hermosa como tantas,
pero hoy es impactante
lo claro que resulta
que somos como Atlantis.
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